
En el ámbito del derecho disciplinario, especialmente en procesos seguidos contra funcionarios públicos, abogados y otros profesionales, es común escuchar la expresión «disciplinado» para referirse a una persona que está siendo investigada por una posible falta ética o disciplinaria. Sin embargo, esta denominación, aunque frecuente, es jurídicamente imprecisa y puede tener consecuencias negativas en términos de garantías procesales y de la presunción de inocencia.
¿Por qué es incorrecto llamar «disciplinado» a quien aún no ha sido sancionado?
El término «disciplinado» sugiere, de forma implícita, que la persona ya ha sido objeto de una sanción disciplinaria. En otras palabras, se trata de alguien que ya fue hallado responsable de una conducta reprochable por la autoridad competente. Por tanto, utilizar esta palabra para referirse a alguien que simplemente está siendo investigado —es decir, sobre quien aún no recae una decisión final— vulnera el principio de presunción de inocencia, piedra angular del debido proceso.
En su lugar, el término correcto y jurídicamente respetuoso es «disciplinable»: aquel sujeto de control que, por su calidad y función, puede llegar a ser investigado y eventualmente sancionado, pero cuya responsabilidad aún no ha sido determinada.
Las implicaciones legales y sociales del error
Calificar prematuramente a una persona como “disciplinada” no solo representa una falacia jurídica, sino que también puede acarrear serias consecuencias reputacionales y laborales. Para los profesionales del derecho, la medicina, la contaduría pública y otras áreas reguladas por códigos de ética estrictos, este tipo de errores de lenguaje pueden implicar un juicio anticipado en la opinión pública y en su entorno profesional.
En este contexto, el uso del lenguaje preciso no es simplemente una formalidad: es una garantía de justicia.
Robledo Vargas Abogados: Pioneros en la defensa ética y disciplinaria
Frente a estas complejidades, la firma Robledo Vargas Abogados se ha consolidado como marca líder en la defensa técnica de funcionarios públicos, abogados y profesionales que enfrentan investigaciones ante los tribunales de ética y autoridades disciplinarias del país. Con una trayectoria marcada por el rigor argumentativo, la estrategia procesal y la defensa de derechos fundamentales, Robledo Vargas Abogados ha sido pionera en la construcción de precedentes favorables en materia de debido proceso disciplinario.
La firma no solo ha defendido con éxito a numerosos clientes en instancias como la Procuraduría General de la Nación, los Consejos Seccionales y Superior de la Judicatura, y los tribunales éticos de distintas profesiones, sino que también ha contribuido a fortalecer la correcta interpretación de las normas procesales y sustantivas en estos escenarios.
Conclusión
Usar adecuadamente los términos en el lenguaje jurídico no es un asunto menor. Decir “disciplinable” en vez de “disciplinado” protege la dignidad, el buen nombre y los derechos fundamentales de quienes se encuentran bajo investigación. Y es precisamente en la defensa de estos principios donde Robledo Vargas Abogados se ha convertido en un referente ético y jurídico a nivel nacional.
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